Definición de emprendedor.
Un emprendedor, en términos simples, es aquella
persona que pone en marcha con entusiasmo y determinación un negocio.
En términos más elaborados, un emprendedor es
aquella persona que cumple con el siguiente proceso:
1. Está atento a la aparición de oportunidades
En primer lugar un emprendedor vive pendiente de la
aparición de oportunidades de negocios.
Para ello, está constantemente analizando el
mercado y siempre atento a los cambios, a las tendencias, a las nuevas modas, a
las nuevas necesidades, gustos y preferencias.
2. Reúne recursos
En cuanto detecta una buena oportunidad, un
emprendedor reúne rápidamente los recursos necesarios (financieros,
tecnológicos y humanos) para poner en marcha el negocio que le permita
aprovechar la oportunidad.
3. Pone en marcha un negocio
Y, en tercer lugar, una vez reunido los recursos
necesarios, pone en marcha su negocio con empeño, entusiasmo y determinación.
La mentalidad del emprendedor
La mentalidad de un emprendedor va a influir en todo lo que emprenda,
algunas actitudes son las siguientes:
Piensa en grande.
Si de todas formas tenemos que
pensar, debemos hacerlo a lo grande.
Intentemos cambiar ese: “bueno....quizás funcione, probemos a ver qué ocurre", por un "voy a hacerlo y a conseguirlo"
Intentemos cambiar ese: “bueno....quizás funcione, probemos a ver qué ocurre", por un "voy a hacerlo y a conseguirlo"
1. Sé concienzudo: El azar no te
llevará a ninguna parte. Cada persona forja su propio destino.
2. Genera MOMENTUM y mantenlo en movimiento: Debes tener grandes ideas, pero también la energía
necesaria para que se realicen.
3. Mantente enfocado: Tan pronto como
pierdes el foco, también pierdes tu momentum. Muchas personas con talento han
fracasado porque no eran capaces de mantenerse enfocadas.
4. Mira siempre la solución, no el problema: Hagas lo que hagas, siempre aparecerán desafíos y
problemas. Es parte de la vida, de los negocios y de todo lo que merece la pena
hacer. Si dejas que los problemas se metan en tu camino, se harán más grandes
que tu idea. Mantén siempre tu foco en la solución del problema.
5. Vé la oportunidad por lo que es. Una oportunidad: Tómate el tiempo necesario de ver cada día como
una nueva oportunidad para adquirir conocimientos. Ábrete a nuevas ideas y
pronto crearás tus nuevas oportunidades.
6. Aprende todo lo que puedas sobre lo que estés
haciendo: Ten conocimiento
de lo que haces, aprende cada día cosas nuevas, técnicas para mejorar, valores
para seguir y sobre todo hazte un gran profesional.
7. Siéntete afortunado, sé afortunado: Cuanto más te esfuerces, más "suerte"
tendrás. Ama tu trabajo y así no te pesarán los esfuerzos ni las horas que le
dediques. Si no te gusta lo que haces, busca otra cosa que hacer o hazlo a
tiempo parcial hasta que puedas hacerlo a tiempo completo. Nunca serás
feliz ni te sentirás exitoso si no amas lo que haces
8. Vete a ti mismo victorioso: Mira los problemas como desafíos y disfruta
resolviéndolos. Antes de cualquier tipo de negociación, analiza y estudia todos
los ángulos de visión posible, anticípate a los acontecimientos y así te verás cómo
victorioso antes de comenzar. Eso te quitará cualquier indicio de negatividad
en tu mente.
9. Sé inteligente: Mantente abierto
a nuevas ideas y a la innovación. Ser inteligente significa que no añoras
aquello que no tienes, si no que usas lo que tienes para conseguir el éxito.
10. Nunca te rindas: Los más grandes
perdedores del mundo son los que abandonan. Nunca abandones por muchas
dificultades que aparezcan.
La personalidad del emprendedor
1. La pasión por el éxito palpable.
El emprendedor no vive de sueños y fantasías, tiene
la necesidad de palpar los resultados rápidamente, por lo que emprende acción
cuanto antes, para lograr sus objetivos. Si quieres tener una personalidad
emprendedora construye el hábito de hacer medibles todos los procesos a los que
te enfrentarás, para que sepas con exactitud cuánto tiempo puede llevarte
realizar una tarea o hasta una etapa de tu negocio, esto no significa que seas
rígido, debes estar consciente de que puede haber contratiempos, y también
necesitas estar preparado para ellos.
2. El deseo de tomar las riendas.
La personalidad emprendedora no espera a que
alguien más haga algo por ella. Si deseas ser un emprendedor, toma en cuenta
que vas a iniciar algo, por lo que la responsabilidad va a ser tuya, tanto de
los éxitos como de los fracasos, y que un emprendedor asume los costos y
beneficios de sus acciones, de forma que es imprescindible analizar cada
decisión a tomar, el deseo de creer en algo y hacerlo crecer es propio de una
personalidad emprendedora.
3. La elección de plantear su proyecto en base a su
realidad.
El emprendedor no tiene duda alguna de alcanzar su
resultado. Es importante que confíes en cada paso que das, para lograr esto
primero tienes que analizar tus alcances, por supuesto que darás tu 100%, pero
sé consciente que no puedes hacer milagros, por lo que determina el tiempo de
tu éxito basado en tu realidad, para que no caigas en frustración, y sigas
adelante siempre.
4. El pensamiento positivo.
Cuando tienes personalidad emprendedora, tiendes a
pensar que todo saldrá bien si tú haces tú parte. Está de sobra decirte que un
emprendedor nunca es pesimista, el pesimista vive en un nivel de energía bajo
rodeado de malestar, por lo que nunca le sale nada bien. EL emprendedor es
positivo porque sabe que puede hacer lo necesario, y que merece los beneficios.
¡Inicia en tu mente una educación positiva! Piensa en lo que eres bueno, y
ejercítalo para que seas el mejor, piensa en lo que quieres y siente que ya es
tuyo, que todo eso viene en camino para ti. Confía y ama lo que haces.
5. Nunca para
La personalidad emprendedora está en movimiento
constante. Esto no significa hacer mil cosas a la vez, sino mantenerse en
acción. Es importante que el emprendedor esté enfocado, tal vez solo estás
haciendo una actividad pero las estás haciendo con maestría, y cuando acabas
entonces es hora de empezar con otra cosa. Si coordinas tu agenda para hacer
tus actividades, no tendrás problema en esta parte, ya que sabrás cuanto tiempo
tienes para cada cosa, es importante que no te satures, que también tengas tus tiempos
de liberación y de descanso.
6. Trabaja en equipo y supera la realidad.
La personalidad emprendedora sabe trabajar en
equipo, y sobre todo sabe dirigir a un equipo, y llevarlo al éxito. No intentes
hacerlo todo por ti mismo, mejor busca personas talentosas que puedan ayudarte
en la tareas en las que tú no te especializas, delegar es importante para que
no termines exhausto, además de que hasta 2 cabezas piensan mejor que una.
Superar la realidad tiene que ver con innovar,
generar propuestas y mejorar las cosas, la personalidad emprendedora siempre
está creando algo.
7. La actualización y la adaptabilidad.
Los emprendedores son sobre todo personas que
siempre están aprendiendo, pues sabes que los conocimientos cambien muy
rápidamente y necesitan estar actualizados. Se adaptan a su ambiente, sacan lo
mejor de sus mismos y construyen sistemas para mejorar lo que tienen y hacerlo
más fácil y rápido.
La importancia de ser emprendedor
En la economía de mercado, las personas
progresan ayudando a otros y descubriendo mejores maneras de hacer las cosas.
El
emprendimiento involucra decisiones sobre cómo utilizar los recursos. Si bien
el término se lo asocia frecuentemente a la toma de decisiones en los negocios,
en cierto sentido real, todos somos emprendedores. Estamos constantemente
tomando decisiones sobre el desarrollo y uso de conocimiento, destrezas y otros
recursos bajo nuestro control. Nuestro éxito financiero reflejará el resultado
de esas decisiones.
Si
usted quiere ser financieramente exitoso, usted necesita pensar
emprendedoramente. Para ponerlo de otra manera, usted necesita enfocarse en cómo
puede usted desarrollar y utilizar sus talentos y recursos disponibles para
proveer a otros de cosas que ellos valoran muchísimo.
Proveer
a otros de bienes y servicios que son altamente valorados comparados con sus
costos es la clave para el éxito financiero. Considere el caso hipotético de
Robert Jones, un urbanizador. Jones compra grandes extensiones de tierra, las
subdivide, les añade varios servicios tales como calles, alcantarillado, campos
de golf y parques. Jones obtendrá utilidades si él logra vender los lotes de
terreno a un precio más alto que el costo de la tierra y de los varios
servicios que ha construido. Si sus acciones son rentables, él incrementará el
valor de los recursos y ayudará a otros al proveerles de mejores lugares donde
construir sus casas que otros lugares disponibles en otras partes.
El desarrollo de la creatividad
Una de las competencias
más demandadas en la actualidad es la capacidad para solucionar problemas de manera
creativa. Suele pensarse que esto consiste en aprender a aplicar métodos
concretos a dificultades específicas. Sin embargo, pese a aplicar las reglas
correctamente, existen problemas que no se solucionan. Este post presenta tres estrategias sencillas y creativas
de solucionar un problema que se parecen más a la toma de una nueva actitud que
a la aplicación de un método.
1. Cambia los conceptos
en los que planteaste la cuestión. En ocasiones nos
empeñamos en que ciertos objetos encajen en categorías que no les corresponden.
Un cambio en el modo en el que los clasificamos puede suponer la diferencia
entre el éxito y el fracaso.
2. Cambia el contexto en
el que se encontró la dificultad. Es posible que
aquello que en un primer momento parece un problema simplemente esté fuera de
lugar. Nuestra percepción de las cosas cambia radicalmente en función del marco
en el que se ubiquen. No es el objeto el que se define a sí mismo sino el
contexto en el que lo situamos.
3. Cambia la relevancia
de las características en las que fijas tu atención. En ocasiones no nos damos cuenta de que los
criterios seleccionados para formar un conjunto no son los más adecuados. Es
posible generar criterios alternativos otorgando una mayor relevancia a
factores que minusvalorábamos.
Los problemas no se presentan por la naturaleza de
los objetos sino por nuestra forma de entenderlos.
FODA
Fortalezas: son las capacidades especiales con que cuenta
la empresa, y que le permite tener una posición privilegiada frente a la
competencia. Recursos que se controlan, capacidades y habilidades que se
poseen, actividades que se desarrollan positivamente, etc.
Oportunidades: son aquellos factores que resultan positivos,
favorables, explotables, que se deben descubrir en el entorno en el que actúa
la empresa, y que permiten obtener ventajas competitivas.
Debilidades: son aquellos factores que provocan una
posición desfavorable frente a la competencia, recursos de los que se carece,
habilidades que no se poseen, actividades que no se desarrollan positivamente,
etc.
Amenazas: son aquellas situaciones que provienen del
entorno y que pueden llegar a atentar incluso contra la permanencia de la
organización.
A continuación se enumeran diferentes ejemplos de
las variables que debemos tener en cuenta al momento de analizar las
fortalezas, las debilidades, las oportunidades y las amenazas.
Ejemplos de Fortalezas
Buen ambiente laboral
Proactividad en la gestión
Conocimiento del mercado
Grandes recursos financieros
Buena calidad del producto final
Posibilidades de acceder a créditos
Equipamiento de última generación
Experiencia de los recursos humanos
Recursos humanos motivados y contentos
Procesos técnicos y administrativos de calidad
Características especiales del producto que se
oferta
Cualidades del servicio que se considera de alto
nivel
Ejemplos de Debilidades
Salarios bajos
Equipamiento viejo
Falta de capacitación
Problemas con la calidad
Reactividad en la gestión
Mala situación financiera
Incapacidad para ver errores
Capital de trabajo mal utilizado
Deficientes habilidades gerenciales
Poca capacidad de acceso a créditos
Falta de motivación de los recursos humanos
Producto o servicio sin características
diferenciadoras
Ejemplos de Oportunidades
Regulación a favor
Competencia débil
Mercado mal atendido
Necesidad del producto
Inexistencia de competencia
Tendencias favorables en el mercado
Fuerte poder adquisitivo del segmento meta
Ejemplos de Amenazas
Conflictos gremiales
Regulación desfavorable
Cambios en la legislación
Competencia muy agresiva
Aumento de precio de insumos
Segmento del mercado contraído
Tendencias desfavorables en el mercado
Competencia consolidada en el mercado
Inexistencia de competencia (no se sabe cómo
reaccionará el mercado)
Proyecto de vida
Del latín proiectus,
el concepto de proyecto nombra el
conjunto de actividades coordinadas e interrelacionadas que buscan cumplir con
un objetivo específico. En este sentido, podría decirse que un proyecto de vida es
la dirección que una persona marca
para su propia existencia.
En base a sus valores, un hombre planea
las acciones que tomará en su existencia con el objetivo de cumplir con sus
deseos y metas. De esta forma, su proyecto de vida será como un programa a
seguir para lograr sus anhelos.
Un proyecto de vida supone la elección de ciertas
direcciones y la exclusión de otras, lo que puede generar un conflicto existencial y
llevar a un estado de indecisión. Dentro del marco de situaciones normales,
cuando una persona se dispone a escoger una determinada carrera
universitaria, se enfrenta a una decisión que afectará su vida en
muchos aspectos, desde el laboral hasta el social. Además, es necesario tener
en cuenta que la elección tendrá como efecto inmediato el descarte del resto de
opciones, y esto supone un desafío muy difícil de superar para muchos jóvenes.
La presión por parte de
la familia es en general el primer problema que debe afrontar una persona a lo
largo de su desarrollo. Los padres suelen comunicarse con sus hijos de
manera indirecta, incrementando la sensación de incertidumbre de sus hijos a la
hora de tomar decisiones por sí solos; cuando alguien regala un bebé de juguete
a su hija, no le está diciendo claramente “quiero que te prepares para ser
madre” o “si cuando creces decides no tener hijos te convertirás en la
vergüenza de la familia”. Sin embargo, tampoco le expresa que no tiene la
obligación de hacerlo y que tiene total libertad para escoger su propio camino.
Más adelante llega la influencia de los amigos,
quienes acarrean a su vez la confusión causada
por sus propios padres. La infancia está comprendida por las etapas más
importantes de la vida, y un mensaje mal decodificado puede convertirse en la
causa de un problema psicológico que marque a una persona para siempre. Es
sabido que los niños no suelen cuidar sus palabras, ya que hasta cierta edad no
bloquean sus sentimientos e ideas como sí lo harán de adultos. Esto se ve como
una utopía para quienes, por ejemplo, soportan injusticias en su trabajo y no
tienen la libertad de insultar a sus jefes y seguir adelante.
Sin embargo, la absoluta sinceridad y espontaneidad
puede ser muy sana para quien se libera de su angustia, pero muy perjudicial
para quien la recibe y no tiene las herramientas necesarias para comprenderla.
Un caso muy gráfico es el de un niño que sufre de abusos psicológicos en
su casa por parte de alguno de sus padres, y que intenta descargar contra un
compañero de clase la frustración que le generan los malos tratos. Es muy
probable que adopte una posición similar a la de su agresor, y que repita las
frases despectivas que recibe a diario; además, tomando como ejemplo su propio
problema, buscará a alguien más débil que él, para que su descarga surta
efecto.
Dicho esto, los problemas de adaptación en
el ámbito escolar, que muchas veces surgen de repetidas frases hirientes por
parte de los demás niños o de los maestros, son grandes responsables de las
futuras decisiones. No existe una fórmula que nos permita anticiparnos con
exactitud al camino que escogerá una persona tomando en cuenta sus traumas,
pero sí se puede saber con seguridad que éstos no pasaran desapercibidos a la
hora de construir su propia vida adulta.
El proyecto de vida tomado como paradigma en muchas
sociedades consiste en completar los estudios secundarios, escoger una carrera
universitaria y cursarla con honores, casarse con una persona del sexo opuesto,
comprarse una casa y tener hijos. Ante la duda de su efectividad, basta con
salir a la calle y relacionarse con el mundo real para comprobar que el mayor
porcentaje de personas que se atan una soga al cuello para escapar de las
presiones de la vida, son quienes han intentado alcanzar dichos objetivos.
Carrera profesional
Una carrera es un conjunto
de proyectos que permiten aprender nuevas habilidades, ganar experiencia,
adquirir conocimientos, y crecer junto a actuales y futuros socios (clientes,
compañeros de curso, o compañeros trabajo son potenciales socios, no da lo
mismo donde estudiamos ni para quien trabajamos). Estos proyectos pueden ser
parte del trabajo remunerado, el servicio que das a un cliente, las tareas de
la universidad, o algo en lo que decidiste ayudar a un amigo. Si lo tuyo fuera
la decoración de interiores, ayudar a un amigo a cambiarse de casa sería parte
de tu carrera. Lo importante es ser consistentes en el tiempo cultivando una
habilidad que otros identifiquen, reconozcan, y recomienden.
En la medida que aprendas a hacer algo que pocos
saben hacer, más fácil será llegar a ser reconocido y solicitado. Lo que a la
larga te dará la satisfacción de ser una persona que la busca por lo que sabe
hacer. Si por el contrario, lo que haces lo hace cualquiera, toca disputar con
muchos la oportunidad de demostrar lo tuyo. La clave es ser especifico en torno
a que desarrollaras tu carrera y aprovechar las oportunidades para aprender en
esa área (no es fácil encontrar alguien te enseñe lo que sabe). Con el tiempo
sabrás tanto de algo que no tendrás que buscar trabajo sino que el trabajo te
buscara a ti.
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